Haciendo un estudio sobre la Belle Èpoque en la Rusia zarista, que pronto os enseñaré porque es una maravilla, me he topado con un evento de la época que fue un despliegue fabuloso de vestuario indispensable de reseñar en la historia de la moda.
Fue el último baile de la corte rusa en el umbral de la Revolución de 1917. En 1903, el último zar Nicolás II organizó en el Palacio de Invierno, hoy sede del museo del Hermitage, unos fastos para conmemorar el 290 aniversario de la dinastía Romanov. Para entender las imágenes y el espíritu del ultimo baile hay que viajar a la Rusia del siglo XVII. El emperador concibió el evento como un paso para restaurar las tradiciones de la dinastía Románov de la era antes del zar reformador Pedro I.
Los invitados del Palacio de Invierno en San Petersburgo ordenaron los trajes nacionales rusos de los boyardos -ilustres señores feudales- los gobernadores, artilleros, cetreros y otros representantes característicos de la sociedad rusa del siglo XVII. Estos trajes siguen siendo una increíble fuente de inspiración en la actualidad.
El propio Nicolás II se vistió como Alejo I, hijo del zar fundador de la dinastía Miguel I y padre de Pedro I el Grande, nacido en su segundo matrimonio. Curiosamente, la emperatriz Alexandra vino vestida como la primera esposa de Alejo, María Miloslávskaya, un traje extremadamente lujoso, de brocados de oro y seda, que se calcula hoy costaría 10 millones de euros.
Mientras el baile se celebró durante tres días, entre el 11 y 13 de febrero de 1903, se tardaron muchos meses en confeccionar los 390 trajes, elaborados por el artista Serguéi Solomko y decorados con diamantes, perlas y pieles preciosas.
«Qué hermosa quedaba la sala, llena de las personas de la antigüedad rusa», escribe en su diario el zar Nicolás.
«Se produjo una impresión fabulosa», comenta uno de los testigos del baile, precisando: «La joyas familiares, en su mayoría, en biseles antiguos, aparecieron en abundancia, más allá de las más atrevidas expectativas».
Como todos los participantes fueron fotografiados, los detalles de los trajes se conservaron a través de las imágenes históricas e incluso se han coloreado no hace mucho para embellecerlas.
Una última curiosidad. La saga Star Wars o «La guerra de las galaxias», tiene una relación particular con el baile de Nicolás II. La reina de Naboo, Amidala, llevaba el famoso traje dorado y el tocado, inspirados en uno de los trajes típicos rusos, conocido en Occidente por las fotografías del baile de 1903.
A mi me parece un vestuario fascinante y a ti?😉
