Ya sabeis que me encanta el estilo único rococó de la Reina de Francia Maria Antonieta y siempre que puedo indago sobre su maravilloso legado buscando imágenes e información sobre ella.
Hoy comparto con vosotros un interesante artículo que he encontrado acerca de lo que aportó a la historia de la moda que ha llegado hasta nuestros días. Las fotos son mis favoritas, de ella y otras actuales inspiradas en ella. Espero que os gusten.
El secreto del estilo de María Antonieta era Rose Bertin, una joven y talentosa diseñadora que llegó a París para aprender todo lo posible sobre moda y estilo, un día conoció a María Antonieta y sus respectivos gustos hicieron una explosión que derivó en prendas y atuendos que se pondrían a la vanguardia entre las mujeres de la corte.
Juntas crearon un estilo extravagante y pomposo que llevarían a la reina a la fama, pero más allá de ser ideas locas y atrevidas para la época, se convertirían en las bases de muchas tendencias posteriores, incluso actuales. Ambas aportaron al mundo una nueva concepción del arte de la moda.
Algunas de las aportaciones de María Antonieta a la moda fueron:
-Flores en el cabello. María Antonieta solía llevar flores para decorar su cabello y otras partes del cuerpo. Era una amante de la naturaleza y sus productos, por lo que no dudaba en plasmarlo en su ropa y, claro, para decorar su peinado —muy alto, cabe señalar—. De igual manera, los tocados, sombreros y adornos prevalecían en su look.
-Colores. Aunque en la época se usaban prendas en tonos sombríos o neutros, la realeza llevaba rojos y tonos cálidos. No obstante, María Antonieta revolucionó el estilo usando prendas sumamente coloridas como rosas intensos, azules brillantes y verdes chirriantes combinados con dorados y otras telas o costuras llamativas.
-Escotes. Ella amaba mostrar la sensualidad de su cuerpo, por ello, puso de moda los escotes pronunciados. Además, era asidua a decorar esta parte del vestido con volantes, encajes y moños que resaltaban aún más sus pechos.
-Brillos y telas satinadas. Ella brillaba. Sí, hablamos de su estilo, pero también de la manera más literal. Con hilos dorados y lentejuelas, la reina solía decorar sus vestidos, pues amaba que la miraran por donde caminara. Sin embargo, si algo era aún más distintivo en María Antonieta, eran las telas satinadas. A veces combinaba ambos materiales y el resultado era una mujer brillante, por lo que cumplía con su objetivo: nunca pasaba desapercibida.
-Zapatos combinables. El calzado era tan importante como el resto de las prendas pues resultaban igualmente llamativos. Les agregaba detalles como flores, listones y piedras, mismas que resaltaban la figura de los mismos. Por lo general usaba zapatillas en punta y de 8 cm de alto para verse más estilizada.
-Ropa deportiva. Solía ir de caza con prendas cómodas. A diferencia de otros miembros de la corte, ella no dejaba el glamour en casa, lo llevaba a todas partes como su sello principal. Así que preocupaba usar telas ligeras, pero con adornos casi en cada espacio. De igual forma llevaba bolsas para guardar objetos que le servirían durante la práctica.
-Abanicos. Este accesorio era uno de los principales en el atuendo de la reina, pues era, incluso, un arma de seducción. Por ello pedía que fueran bordados por loe mejores artesanos de la corte, de igual manera, los pedía pintados, así que imperaban los artistas en su plantilla de trabajadores. Hoy son considerados —con justa razón— como obras artísticas. Las mujeres de la época usaban algunos menos ostentosos, pero igual de bellos.
-Labiales rojos y colorete. Una de las principales características de María Antonieta era su maquillaje: pálido, con labios llamativos y mejillas rosadas. Ella puso en tendencia el labial rojo, que con el paso de los años se convirtió en un sinónimo de sensualidad. Ése era de sus colores preferidos, por lo que llevarlo en los labios resultaba un claro signo de seducción. De igual forma el rosa en las mejillas eran el indicativo de su inocencia y coquetería.
-Corsé. La finalidad de esta prenda es achicar la cintura y María Antonieta lo hacía realmente bien, pues aunque lo hacía evidente, jamás deformó su cuerpo. Era verdaderamente llamativo y se puso rápidamente en tendencia entre las mujeres de la corte. Además, era un soporte para los senos y le permitía tenerlos en forma.
Texto de Diana Garrido.