FLASH HISTORIA DE LA MODA. EMILIE FLÖGE Y GUSTAV KLIMT: DISEÑADORES TRANSGRESORES OLVIDADOS.

Emilie Flöge (1874-1952), nació en Viena, en una familia de la pequeña burguesía, en 1874. En 1891 su hermana Helene se casó con el hermano de Gustav Klimt, Ernst. Entre Emilie y el pintor, que era doce años mayor, se estableció una relación amistosa y profesional muy estrecha, pero la naturaleza de esta relación ha sido un tema de especulación hasta la fecha. Sólo una cosa es cierta: se presentaban como una pareja para el público, sentían un profundo aprecio uno por el otro, pasaban mucho tiempo juntos y se inspiraron mutuamente.

En 1895 Pauline, una de las hermanas de Emilie Flöge, abrió un taller de costura y en 1904, las dos hermanas, junto con la tercera, la entonces ya viuda Helene, abrieron la empresa de confecciones Schwestern Flöge (Las Hermanas Flöge) en un edificio llamado Casa Piccola (1b Mariahilferstraße), con dos líneas de trabajo, convencional y moderna, que funciono por más de 30 años, hasta 1938.  
El estudio de alta costura fue diseñado por el grupo de artistas de los Talleres Vieneses – Wiener Werkstätten y la decoración estuvo a cargo de Josef Hoffmann y Koloman Moser. Estaba decorado con el mobiliario típico blanco y negro de los Talleres Vieneses.

Emilie Flöge era la gerente de la sección de artes y artesanía de la empresa. Viajaba a París y Londres dos veces al año para asistir a desfiles, comprar tejidos y coger ideas de cortes para sus nuevas colecciones; las ultimas tendencias de la moda las adaptaba a los cuerpos más voluptuosos de las mujeres vienesas. El estudio de las hermanas Flöge, con glamurosos diseños en atrevidos estampados, era un punto principal de referencia en Viena para los amantes de la moda. Habiendo desterrado el uso del corsé, apostaron por las prendas sueltas Gustav Klimt dibujó algunos modelos para ellas y trató de promoverlas en la alta sociedad ya que hacía retratos a muchas señoras de esta clase. Mientras que el negocio era floreciente, el estudio empleó a más de 80 costureras profesionales. 

En 1906 Emilie Flöge y Gustav Klimt llevaron a cabo una sesión fotográfica, ella como modelo y el detrás de la cámara. En esta memorable sesión fotográfica es el mismo Klimt, quien se coloca detrás de la cámara, eligiendo los encuadres como si estuviera componiendo sus propias pinturas. Desde algunos prismas, se considera que Emilie fue la primer modelo y Klimt, el primer fotógrafo de moda. Dicha sesión tuvo lugar cerca del lago Attersee, en la Alta Austria, donde ambos solían veranear. Con el decorado del campo cercano, las orillas en suave pendiente del lago Attersee y del jardín del retiro estival, presentaron diez variaciones de vestido largos de verano; prototipos de los trajes nacidos de la reforma vienesa de 1900, creados por artistas, respondiendo a las tendencias de la moda. De esta manera Klimt crearía un catálogo para las clientas del salón, siendo también, el primero en fotografiar moda en plena naturaleza.

Emilie Flöge creo el estilo que se conoce como «vestido reformado», un estilo considerado rebelde y radical en el que los vestidos diseñados eran simples, de corte sencillo, casi una caja y se usaban sueltos. Varios son una reminiscencia de kimonos y túnicas del norte de África y con influencias, desde el folklore eslavo al bordado rumano.

Klimt colaboró con el diseño de muchos vestidos, lo que refleja sus vínculos con el simbolismo. Estos vestidos se representan en muchas de sus pinturas, incluidas las que pintó de Flöge misma. Esta fue una de las primeras asociaciones que reunieron el arte y la moda de forma directa y consciente.

Klimt también se encargó de la imagen de marca del salón de las tres hermanas. El logotipo de la casa aparecía en el papel de cartas, en las facturas y transformado en etiqueta tejida era cosida.

Emilie Flöge inicia una colección de arte popular textil y expone sus piezas en la vitrina de la sala de recepción de su estudio de corte y confección. Son piezas que provienen de Europa – y en particular, Eslovaquia – muestras de tejido y fueron sin duda fuente de inspiración para su trabajo. Desde la perspectiva actual, Emilie parecía estar interesado principalmente en los ornamentos, patrones y colores. 

La colección de Emilie Flöge no fue un fenómeno aislado. Alrededor de 1900, para la burguesía urbana, estaba de moda mostrar interés por la producción artesana o artística de la población rural. El darles una importancia estético-artística a los objetos de este arte, llegó finalmente a influir en el desarrollo de estilo modernista.

Las grandes innovaciones del siglo XIX, el aumento del trabajo industrial, fueron percibidos como el comienzo de una «nueva era», que al parecer suponía la pérdida de lo antiguo. Por lo tanto, hubo un enorme interés en la recolección, la recuperación y la preservación del pasado, de la creación popular, de lo histórico y de lo tradicional. Los estudios del folklore y la etnología se convirtieron en una verdadera ciencia y como parte resultante de esto, en 1895, se fundo el Volkskundemuseum, el Museo Austriaco de folklore.
En él se puede observar la transformación de Europa, ya que muestra un análisis cultural profundo del viejo continente.
El Museo Austríaco del Folclore, Volkskundemuseum, tiene extensas colecciones de arte popular y regional tanto de Austria como de diversas partes de Europa y el mundo.

En 1998, el Museo adquirió 369 artículos de la colección de tejidos de Emilie Flöge, entre ellos algunas piezas Art Deco, presumiblemente diseñadas por Emilie Flöge misma. 

Texto extraído de «Klimt y la moda» de Christian Brandstätter

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