FLASH HISTORIA DE LA MODA. LA INFLUENCIA DEL JAPONISMO EN LA MODA.

El Japonismo y el interés por los kimonos
se remonta al siglo XVII, cuando la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales se llevó de Japón un kimono relleno de algodón del período Edo. Esa prenda de abrigo ligera y exótica se convertiría en una bata de caballero de valor. Su éxito fue tal que se distribuyeron multitud de copias, incluso en los países vecinos, y llegó a aparecer con frecuencia en retratos de la época.

En la segunda mitad del siglo XIX, época del Japonismo —auge de la cultura nipona—, muchas obras niponas llegaron a distintos puntos del mundo; entre ellas destacan las xilografías ukiyo-e, que influyeron en los pintores impresionistas, como bien es sabido. El kimono también tuvo una representación destacada en su arte.

Podría decirse que la moda parisina y el kimono confluyeron de forma natural. Esta prenda bella y exótica conquistó a las mujeres francesas, que se la ponían para andar por casa, y se empezó a usar la tela para hacer ropa que marcara tendencia. Poco después, la seda decorada con motivos japoneses irrumpió en la moda de París.

Los diseñadores de la capital francesa fueron quienes concedieron importancia, a principios del siglo XX, a la elegancia de ponerse un kimono. En torno a 1910, se fueron presentando sucesivamente abrigos de silueta y vestidos inspirados en kimonos como los uchikake —kimono de seda de manga larga y ricos ornamentos que suele usarse en las bodas— que lucían las mujeres bellas protagonistas de las xilografías. Además, se pusieron de moda detalles relacionados con la forma de ponerse el kimono en sí, como el nukiemon, que consiste en colocar el cuello del kimono de tal forma que se deje al descubierto la nuca, el uso de mangas largas y de un obi vistoso.

En la década de 1920, creadores como Madeleine Vionnet y Paul Poiret, vanguardistas en su tiempo, se fijaron en el corte de algunos kimonos, con forma de te, e hicieron una moda basada en las formas cilíndricas de líneas rectas cosiendo varias telas rectangulares. La moda occidental, en la que primaba tradicionalmente el corte tridimensional, tenía ahora nuevos métodos. A partir de ese momento, aumentaron las posibilidades gracias a la libertad de formas, ya que, hasta entonces, la ropa se había hecho para que se amoldara al cuerpo. La influencia del kimono fue más allá del mero gusto superficial por lo exótico y se propagó por todos los aspectos de la moda.

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