Tengo que reconocer mi absoluta debilidad por lo que a estilo y elegancia se refiere, de la familia real monegasca.
Todo empezó por supuesto con el súmmum de la perfección, Grace Kelly, elegante y maravillosa sin igual, con posterioridad sus herederas han ido generación tras generación tomando el relevo en el un despliegue de estilismos y looks acertados y variados. Es precioso ver en cada evento a todos los herederos de Rainiero y Grace Kelly juntos, perfectamente equipados con la mejor moda para la ocasión.
Vemos variados códigos de estilo de las Grimaldi: el sofisticado de la princesa Carolina y de sus hijas, Carlota Casiraghi y Alejandra de Hannover, y el desenfadado de la princesa Estefanía y de sus hijas, Paulina Ducruet y Camille Gottlieb. Si en los vestidores de Carolina y sus chicas entran primeras firmas de moda y exclusivos complementos dignos de una princesa siempre idónea para una portada de glamour, Estefanía y sus hijas no se andan con las sutilezas de su género y abren de par en par las puertas de su armario a transparencias, minifaldas, cazadoras y botas moteras, tachuelas y otros complementos (y actitudes) que, aun de última moda, se encuentran desterrados en otras cortes reales.
Por otro lado, con frecuencia apreciamos un duelo de estilo entre la matriarca de los Casiraghi, Carolina y la esposa de Alberto de Mónaco, Charléne.
Y las nuevas generaciones Carlota, Tatiana Santo Domingo y Beatrice Borromeo, me parecen sencillamente maravillosas, modernas, glamurosas, adaptadas a los tiempos y las ocasiones, unas veces van mas serias, otras mas bohemias o en clave retro, pero todas siempre van ideales.
Mi favorita es Beatrice, la auténtica it girl de la familia Grimaldi, reina de la moda en Mónaco y tal vez el que más puede doler a su suegra, Carolina de Mónaco, y su cuñada Carlota Casiraghi, el de heredera de estilo de Grace Kelly. Parece poco, pero en el espectro fashionista todos estos títulos valen oro. Beatrice Borromeo, esa aristócrata italiana que entró a formar parte de manera oficial de la familia Grimaldi en 2015 gracias a su matrimonio con Pierre Casiraghi, ha mantenido a raya su glamour y discreción hasta tal punto que hoy se erige como el lo más del estilo en Mónaco. Suele brillar en los actos oficiales a plena luz del día gracias a sus elaborados y correctos estilismos que sitúan a Beatrice como la invitada perfecta (global), pero también en recepciones y eventos de gala en los que la mujer de Pierre Casiraghi se ha convertido en toda una experta en personificar el glamour de los años 50, década que en moda siempre será recordada gracias a Grace Kelly como máximo referente de estilo. Es más, tal es la similitud de algunos de los looks que Beatrice Borromeo ha lucido que las comparaciones con la que fuera la abuela de su marido son inevitables.
Me encantan. ¿ Y a vosotros?